Desde mi llegada ellos siempre me habían llamado rata. Estaban celosos, yo era moderno y ellos antiguos, no eramos compatibles.
Conmigo casi todos eran inútiles, así que se necesitaba un cambio. ¡Y que rápido vino! Unos días después de mi aparición todos ellos fueron reemplazados por otros. Y el tiempo pasó y todo fue bien, no volvieron a llamarme una rata otra vez, yo era un ratón y eso era todo.
Pero aún estoy un poco preocupado por el futuro, ¿Seremos el teclado y yo reemplazados por una pantalla táctil?
01 marzo 2009
No una rata
Posted by Martín at 11:09 p. m.
Labels: Cuentos
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1 comments:
Hola Martín, yo Daniel, como pedo comer una rata mirando una pantalla ja, ja ja un brazo fuerte muy bueno el blog:
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