04 diciembre 2009

Arena

Aquí dejo mi pequeño grano de arena. En la playa, mezclado con otros millones de granitos. ¿Pero entonces cómo lograr que ese grano se destaque sobre todos los demás? Debe ser original. Imaginemos una playa de arena amarilla, y en ella, un sólo grano blanco. Será difícil de encontrar entre tantos granos que parecen iguales, pero al ser descubierto, se podrá notar que es diferente. Claro, que también es posible que un grano se destaque por estar húmedo, ya convertido en barro. Pero, ¿quién podría querer barro en una playa? Es algo tan poco deseado, pero el agua del mar siempre moja algunos granos y entonces, el barro se vuelve usual. El mismo, ayuda aún más a los granos blancos a destacarse.
Y así ocurre con la escritura, cada cuento, verso o frase, yace en una playa, en la que abundan granos amarillos. Es trabajo de un lector paciente encontrar aquellos trabajos que realmente merecen ser leídos y de los lectores de escribirlos. Quizás éste sea un grano más del montón, es lo más probable, sin duda. Pero yo lo guardo en mi reloj de arena, donde cada grano cae de a uno y así, a todos, puedo apreciarlos.

5 comments:

Guadilú dijo...

Me encantó-

Martín dijo...

Gracias, hace mucho tiempo que no escribía. Por suerte ya tengo otra cosa más que publicar en unos días.

Guadilú dijo...

sí, me llamó la atención en tiempo de ausencia. Que bueno que tengas más cosas para subir. Es un placer leer :)

Martín dijo...

Muchas gracias, espero poder seguir a este ritmo. Justo hoy a la 1:00am empecé a escribir un cuento y pronto lo publicaré.

Anónimo dijo...

Hola Martin yo Daniel Arena es genial tu 17 años tienes un futuro segurado sequí escribiendo los cuentos.